jueves, 5 de noviembre de 2009

El blanco cuerpo omnipotente

Y cuando menos te lo esperás, aunque el dispositivo físico presente una velocidad aparentemente nula, la representación gráfica de esta nueva identidad comienza a moverse aleatoriamente invocando la variabilidad de un comando relacionado a las operaciones que es capaz de realizar la parte principal de lo que es mi herramienta de trabajo. ¿Cuál será la acción dentro de ese mundo distante, pero cercano, con el que nos conectamos a través de una pantalla, un órgano visual, nervios transmisores y nuestra área de asociación visual del cerebro, de ese gráfico en forma de flecha, quizás, que se superpone en otras representaciones pictóricas de contenido virtual que no percibimos sino con las demás áreas de asociación del cerebro? ¿Al oír el ‘click’ ocurre algo a esos entes lógicos, o el cambio de color en el dibujito es espontáneo y genérico? Yo lo que puedo decir es que un mouse esconde un infinito universo no explorable a través del cual el viaje en el tiempo tampoco será posible, y cinta.

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